Una de las discusiones más sensibles del deporte ecuestre vuelve al centro del escenario internacional. La Fédération Équestre Internationale (FEI) estudia una modificación de la llamada “blood rule” —la norma que establece la eliminación inmediata de cualquier jinete si su caballo presenta sangre visible durante la competencia—, lo que ha encendido un debate entre defensores del bienestar animal, jinetes de alto rendimiento y federaciones nacionales.
De eliminación automática a advertencia: el cambio propuesto
Actualmente, la regla impone la descalificación automática del binomio si se detecta sangre en la boca, flancos o cualquier parte del cuerpo del caballo. La nueva propuesta, presentada por el International Jumping Riders Club (IJRC) y respaldada por la United States Equestrian Federation, busca reemplazar esa sanción por una advertencia oficial registrada (Recorded Warning).
En la práctica, esto significaría que el competidor podría continuar participando, salvo que acumule más de una advertencia en un periodo de 12 meses, caso en el cual enfrentaría una multa de 1.000 francos suizos y una suspensión de 30 días.
Según los impulsores del cambio, el objetivo es “hacer la norma más proporcional”, reconociendo que algunos casos —como mordidas accidentales en la lengua o roces mínimos del equipo— no representan maltrato ni comprometen la integridad del caballo.
Reacciones encontradas: bienestar vs. proporcionalidad
El anuncio generó reacciones inmediatas. La Federación Ecuestre Alemana (FN), junto con las de Austria y Dinamarca, anunciaron su voto en contra, argumentando que la modificación debilitaría los estándares de bienestar que sustentan la legitimidad del deporte ante la opinión pública.
En paralelo, una petición internacional con más de 17.000 firmas circula en redes y plataformas ecuestres bajo el lema #NoBloodRuleChange, exhortando a la FEI a mantener la eliminación automática.
Los jinetes, por su parte, defienden la revisión. “Nadie que ame a los caballos quiere lastimarlos; pero una regla tan rígida puede destruir una carrera por un rasguño accidental”, declaró un entrenador europeo citado por Horse & Hound.
Implicaciones para la industria ecuestre
Más allá del plano deportivo, esta decisión podría tener implicaciones reputacionales profundas para la industria. La aceptación social del deporte ecuestre —su “licencia social para operar”— depende cada vez más de la transparencia y la sensibilidad ante el bienestar animal.
Los organizadores de eventos, patrocinadores y marcas que activan en el ecosistema del salto ecuestre deberán seguir de cerca la votación, prevista para noviembre de 2025 en Hong Kong, pues un cambio de norma alteraría los protocolos de competencia y los mensajes institucionales hacia el público.
Una decisión que marcará la narrativa del deporte moderno
La FEI se enfrenta así a un dilema ético y estratégico: mantener una postura estricta que refuerce la confianza del público, o adoptar un enfoque más flexible que reconozca las particularidades del deporte.
En cualquiera de los dos casos, la resolución no solo definirá el futuro del salto ecuestre internacional, sino también la manera en que el mundo percibe la relación entre rendimiento y bienestar animal.
Fuente: FEI, Eurodressage, Horse & Hound, Horsesport, Horsesandpeople.
Redacción: Estribo Latam – Unidad de Contenido Internacional.






