“Utilizamos telas que son recicladas, así que cada prenda en promedio está usando cuatro botellas plásticas que alguna vez hicieron parte de la contaminación en el mar.”: Laura Nieto

“Utilizamos telas que son recicladas, así que cada prenda en promedio está usando cuatro botellas plásticas que alguna vez hicieron parte de la contaminación en el mar.”: Laura Nieto

1. ¿Cómo surgió la idea de su emprendimiento y cuál fue su inspiración principal?

Anera nace de la idea de crear en Colombia una marca ecuestre que compita con las mejores marcas del mundo como Cavalleria Toscana, Equiline, Dada Sport, entre otras. Cuando nos sentamos a soñar qué queríamos ser, nos imaginamos una marca muy relevante para el momento actual del deporte. Queríamos transmitir bienestar y apuntar a la verdadera esencia del deporte. Queríamos hacer algo único y en las conversaciones recuerdo hablar de ese sentimiento cuando te pones tu ropa para montar a caballo y lo describíamos como ponerse el uniforme de superhéroe, donde te lo pones y te transformas en algo más grande que tú.

2. ¿Cuáles han sido los mayores desafíos que ha enfrentado desde que comenzó su negocio?

Transmitir nuestro mensaje a través de productos.

3. ¿Qué soluciones innovadoras ha implementado para superar estos desafíos?

Por un lado, las prendas están enteramente hechas pensando en el bienestar de todos. Todas las telas son recicladas, lo cual para mí – Laura Nieto-  es supremamente importante, y son productos que son todos hechos en Colombia, desde la tela hasta la manufactura, reduciendo la huella de CO2. Por otro lado, hemos puesto mensajes sutiles en las prendas para que puedan ser de inspiración para los jinetes y afectar positivamente a los caballos.

4. ¿Cuáles son sus planes a corto y largo plazo para su emprendimiento?

A corto plazo, desarrollar una segunda colección que sea todavía mejor que la primera. A largo plazo, participar con un stand propio en una de las ferias más grandes del mundo que se llama Spoga Horse.

5. ¿Tiene planes de expandirse a nuevos mercados o de diversificar sus servicios?

Sí, y ya estamos en ese proceso.

6. ¿Qué lecciones valiosas ha aprendido a lo largo de su trayectoria como emprendedor?

El plan siempre cambia. Hay que aprender a sortear todas las situaciones para lograr el resultado que se quiere lograr. Hay que mantener la calma en todo momento y siempre querer seguir adelante.

7. ¿Qué consejo le daría a otros emprendedores que quieren ingresar al sector ecuestre?

Aventúrense a soñar. Creo que somos una industria en crecimiento y eso va desde los jinetes hasta los negocios que rodean el sector.

8. ¿Qué importancia tiene el equipo en el éxito de su emprendimiento?

El equipo se vuelve tu familia. Saber que son personas que reman en la misma dirección que tú tiene un valor gigante. Saber que hay personas que sueñan con tu sueño tiene un valor demasiado importante para mí.

9. ¿Qué lo motiva a seguir adelante y a innovar en el sector ecuestre?

El momento del deporte en el que estamos, el escándalo mundial que atraviesa el deporte por los hechos de la campeona olímpica Charlotte Dujardin, han puesto la mirada en el deporte. Hay muchas personas que creen que el deporte es maltrato y sin duda hay personas que sí usan el caballo como un medio para un fin y se les olvida que el caballo es lo primero. Desde Anera queremos hacer esfuerzos para que el deporte sea cada vez un lugar más seguro tanto para caballos como para jinetes y que podamos devolvernos a la esencia del amor por los caballos y del verdadero “por qué” de lo que hacemos.

10. ¿De qué manera su emprendimiento contribuye al bienestar del sector ecuestre?

Creo que algo tan “sencillo” como que el bienestar sea lo primero en Anera. Hacen que todo lo que se derive de la marca tenga un propósito mayor. Todo lo que estamos desarrollando tiene un propósito mayor que, como lo dice tu pregunta, contribuye al bienestar en nuestro deporte.

11. ¿Qué iniciativas de responsabilidad social ha implementado en su empresa?

Ser lo más limpios en el proceso de producción. Utilizamos telas que son recicladas, así que cada prenda en promedio está usando cuatro botellas plásticas que alguna vez hicieron parte de la contaminación en el mar. Las telas que usamos gastan hasta un 50% menos de agua en su producción. Y toda la producción se hace en una misma plaza: Medellín, lo que hace que las emisiones de CO2 sean mucho menores que muchas prendas que viajan por el mundo entero para finalizar su producción.

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