El caballo criollo colombiano de paso – ccc, una identidad nacional
Por: Héctor José Vergara Romero, Presidente Ejecutivo FEDEQUINAS
Quiero iniciar agradeciendo a ustedes la invitación que nos hacen para escribir en este portal, en el cual podremos abordar diferentes temas sobre esta pasión que nos une en torno a un ejemplar maravilloso: El caballo.
Hablar del Caballo Criollo Colombiano de paso, es hablar de una pasión desmedida por un ejemplar único, forjado desde antaño a través de sueños e ilusiones de criadores colombianos, que lo han llevado a ser reconocido en el mundo por su suavidad, naturalidad, gran fortaleza y alto rendimiento competitivo en sus cuatro andares: Trote y galope, Trocha y Galope, Trocha Colombiana y Paso Fino Colombiano.
Para llegar a nuestros días, el Caballo Criollo Colombiano se fue delineando a imagen y semejanza de un país de regiones con topografía disímiles, que aportaron a esos pocos cientos de ejemplares algunos de raza “Haca”, de baja alzada, contextura compacta y gran resistencia para el trabajo duro, otros de los denominados “comunes”, de baja calidad y variada morfología, que acompañaron a los españoles en el segundo viaje de Cristóbal Colón, desde el año 1493, en la dominación de las vastas tierras americanas, un conjunto de elementos valiosos que forjaron un caballo singular que se expresa a través de dos razas: los que se mueven por laterales (Paso Fino Colombiano) y los que se mueven por diagonales (Trote y Galope, Trocha y Galope y Trocha Colombiana).
Hablar a profundidad de cada una de estas razas, requiere de un capítulo especial que abordaremos en otro momento, no obstante, en un resumen respetuoso de lo que significa cada una de ellas, podemos decir que el Paso Fino Colombiano con cerca de 160 años de historia documentada, se consolida como la primera raza del CCC de paso, dotada de características genéticas, morfológicas y funcionales, con un origen común, un patrón racial similar, una genética homogénea y holotipos exclusivos que lo distinguen de las demás razas equinas en el mundo. Declarado patrimonio genético nacional, así como raza autóctona y transfronteriza mediante la Ley 1842 de 2017, con el fin de exaltar su existencia, salvaguardar su genética y protegerla como raza desarrollada en Colombia por colombianos.
La segunda raza del Caballo Criollo Colombiano se gestó en los años 60 del siglo pasado, con el caballo Don Danilo, en donde través de una selección rigurosa, realizada por más de cuatro décadas se conforman tres andares autóctonos y transfronterizos, consolidados como Diagonales Colombianos. En los próximos días, desde FEDEQUINAS, presentaremos de la mano de senadores y representantes de nuestro país, un proyecto de ley que pretende declarar esta segunda raza como patrimonio genético nacional, al igual que sucedió con el paso fino colombiano.
El Caballo Criollo Colombiano de paso es regulado por la Federación Colombiana de Asociaciones Equinas FEDEQUINAS, entidad gremial, del orden nacional, que agrupa a 24 Asociaciones Federadas en 19 departamentos del país, la cual, mediante la Resolución 00053 del 16 de marzo de 1998, expedida por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, fue autorizada para llevar el Libro Genealógico de la raza.
Hoy, estas dos razas que identifican al caballo de paso en Colombia son el motor fundamental de una industria equina que se mantiene en constante crecimiento, registrando en promedio 6.200 ejemplares por año entre los últimos cinco años y que, además, de acuerdo a los datos que hemos podido consolidar en FEDEQUINAS, impacta 480.000 empleos entre directos e indirectos, gracias a esa labor titánica que realizan los mas de 87.000 propietarios de ejemplares que existen en nuestro país.
Así, el Caballo Criollo Colombiano de paso, es una raza consolidada, genéticamente forjada y evolucionada por criadores colombianos, que mueve una industria constante durante los 12 meses del año, donde se realizan 160 exposiciones equinas que impactan directamente economías populares en 19 departamentos de nuestro país, de la cual además se desprende el sustento económico de un sinnúmero de familias que hacen parte de este gremio.
Seguiremos desde la Federación fomentando y promocionando el Caballo Criollo Colombiano de paso, un ejemplar único en el mundo, el cual, además de todas las alegrías que nos regala, representa con orgullo la identidad de un país.